El
sistema de termorociado por Plasma es un sistema muy flexible debido
a que desarrolla suficiente energía para fundir cualquier
material. Utiliza polvo como material de aporte.
El sistema de plasma incorpora un cátodo y un ánodo
separados por una pequeña distancia dentro de una cámara.
Corriente continua es aplicada al cátodo formando un arco
con el ánodo, al mismo tiempo que los gases pasan por la
cámara.
El arco eléctrico generado es tan potente que separa los
gases en electrones a un estado de materia conocido como "plasma".
Mientras el plasma inestable se recombina de nuevo a su estado gaseoso,
energía térmica es liberada.
Durante este punto de recombinación, las temperaturas llegan
a los 16,600 ºC, lo cual excede la temperatura superficial
del sol, en este momento se inyecta el material de aporte (polvo)
en la cámara de gas, el cual es fundido y disparado a alta
velocidad mediante la inyección de aire comprimido. Un aspecto
importante de mencionar es que a pesar de las altas temperaturas
de este proceso, el componente a reconstruir elevara su temperatura
solamente de 38 °C a 260 °C (100 °F a 500 °F).
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